Ilustración para La Fuerza de los Fuertes de Jack London, publicado en la colección de libros ilustrados Vagamundos de Ediciones Traspiés.
En La Fuerza de los Fuertes esta criatura es Nariz-Partida, el que señala la verdad. Para mí, desde el principio fue El Poeta, el visionario, entidad ambigua, delicada y lunar, y a la vez ígnea, terrible y simbólica como un apocalipsis. Su suerte no es la mejor de las suertes, como suele suceder con todos los entes flamígeros y visionarios.
El Arcano de El Poeta salpica la literatura, lo sabéis: seguro que os habéis encontrado con él en diversas ocasiones, habitando cuerpos de niño, de artista, de doncella, cuerpos de endemoniado, cuerpos dispares de vorágine. En lo que a mí respecta, su aparición provocaba en mi joven corazón la alegría desmedida del reconocimiento entre especies; y durante mi adolescencia siempre me preguntaba por qué en todas las historias El Poeta es apedreado hasta sufrir una o varias muertes.
Ahora ya no me lo pregunto (la especie humana no es compleja, al fin y al cabo).
Pero mi corazón ya no es adolescente, y a mí me crece el fuego en la boca y en las puntas de los dedos.